Panetone de los Balcanes ("Cozonac")

"El «Cozonac», (en prounciación rumana kozoˈnak). Llamado también Kozunak (en búlgaro: козунак, en macedonio: козињак, милиброд) es un dulce tradicional de Rumania, Bulgaria, Macedonia y Albania. Es tradicional prepararlo para las fiestas de Pascua en Bulgaria, Macedonia y Albania. En Rumanía es un postre típico de festividades como Navidad, Año Nuevo y Pascua.
Los ingredientes principales son huevo, mantequilla, harina y leche. La masa se suele anudar dando como resultado una gran trenza y se decora con nueces picadas, semillas de amapola o azúcar. Muchas veces se añaden huevos pintados a modo decorativo.
Entre las muchas variedades de Cozonac, destacan los que llevan relleno de rahat lokum, los de nueces, los de relleno de chocolate o los rellenos de pasas." / Wikipedia
¡Hola holita hola!,apasionados de la repostería. Hoy os traigo una receta ancestral, con fama de "difícil" y de esconder súper secretos heredados de madre a hija... Pues...tampoco es para tanto,el único secreto que esconde es la medida justa de cariño que se le añade. Y como estamos en Semana Santa ¿que mejor elegir para tal fecha?. Porque al final es una especie de mona a cual no le puede faltar al lado el huevo duro, y para mantener la tradición de los Balcanes, huevo pintado de colores.
El sentido de mi blog es mi pasión por la repostería, pero así como os lo he comentado anteriormente, estoy intentando repartir algo de felicidad atraves de La Receta de Baty... ¿Qué quiere decir esto? Que cada uno de los dulces que os enseñaré elaborar encontrarán un hogar donde tal vez habrá un poco menos de felicidad que en los nuestros...una familia donde un simple gesto de regalar un trocito de pastel traerá una gran  alegría...una familia necesitada, a cual me gustaría ofrecerle mi pequeño granito de arena, intentando arrancarles una sonrisa y atraves de vosotros, mis seguidores, poder ayudarles. Todo vale...cualquier idea o sugerencia o posibilidad de ayudar...agradeceré cualquier gesto de humanidad...entre todos podemos...somos una inmensa familia de seres humanos, conmovidos por la cruda y dura realidad que algunas familias están obligadas a vivir.
Y ahora vamos a empezar con la receta de Cozonac.
Para dos hermosos Cozonac se necesitan:

INGREDIENTES:
Para la masa:

1kg  harina
50g levadura de panadería
5 yemas de huevo
200g azúcar
400ml leche
150g mantequilla
ralladura naranja y/o limón
vainilla en rama o en esencia o simplemente vainilla azucarada
una cucharadita de sal

Para el relleno

5 claras de huevo
200g de azúcar
150g de nueces picadas o almendra picada
cacao al gusto
una cuchara sopera de jugo de limón
esencia de ron 

ELABORACIÓN:

La creciente

Unos de los "secretos"de la abuela que os comenté es derretir la levadura de panadería con dos cucharaditas de azúcar. Al añadirle azúcar y remover bien la levadura se vuelve liquida.

 Una vez liquida, se le añaden 100g de harina y 100ml de leche templada. Se mezcla bien e ya tenemos nuestra creciente hecha.

 Falta taparla con un paño de cocina o papel film y dejarla reposar hasta doblar su tamaño. Aproximadamente entre 10 y 15 minutos en un lugar sin corrientes de aire y si es posible calentito, yo acostumbro cerrar tanto la ventana como la puerta de la cocina.
Una vez que ha doblado tamaño se añaden las yemas de huevo, los 900g de harina restante, la leche  templada en cual previamente hemos diluido el azúcar y la ralladura de naranja y/o limón. La leche se le va añadiendo poco a poco conforme va permitiendo la masa su integración. Yo voy a utilizar una maquina mezcladora pero antaño se hacía manualmente sin problemas, la única diferencia es la rapidez y el hecho de que nos vamos a ahorrar unas buenas agujetas en los brazos...ja ja ja.

Cuando la leche se ha incorporado por completo seguiremos amasando hasta obtener una masa robusta, con cuerpo y bien sujeta al gancho de la amasadora.

Es el momento de añadir la vainilla y la mantequilla, ésta última poquito a poco mientras seguimos amasando, hasta su completa incorporación. 
Unos diez minutos más amasando y tendremos nuestra masa preparada. Este tipo de bizcocho necesita incorporar muchisimo aire, para que posteriormente en el horno suba lo suficiente. Incorporar aire a la masa se consigue atraves de amasarla durante un buen rato. Por eso hoy por hoy la eficacia de mi pequeño artilugio de cocina, comprado a plazos, por cierto, gracias a mi tienda habitual de electrodomésticos a mi Paco Mateo que me trata estupendamente cada vez que voy a comprar algo...
Así que pararemos de amasar cuando nuestra masa tendrá más o menos textura poco elástica eso si, pero cuando ya no se pega ni a las paredes del vaso ni a nuestras manos, y va resbalando por el gancho.

Ahora, al igual que con la creciente, tapamos con un paño o papel film y dejamos la masa subir  hasta doblar su tamaño. Aproximadamente una hora, dependiendo como lo dije antes, de la temperatura ambiente, cuanto más calor, antes sube.

Mientras la masa sube, nos pondremos con el relleno.
Se baten las claras de huevo a punto de nieve, es decir hasta obtener una espuma tan firme que al volver el recipiente boca a bajo no se cae.

En este momento añadimos el azúcar, el ron y el jugo de limón. El jugo de limón ayuda el azúcar a derretirse mucho más rápido, impidiendo así que nuestra clara batida vuelva a bajar.

Seguimos batiendo hasta obtener un merengue (que ésto es de hecho lo que estamos realizando) firme y brillante.

Ahora vamos a dejar la batidora y vamos a añadir al merengue  las nueces o almendras picada y el polvo de cacao, removiendo con una espátula muy despacio y con movimientos envolventes hasta la completa incorporación de estos ingredientes.  Esto se hace a mano y despacito para no romper las pompitas de aire que incorporarón las claras de huevo al volverse espuma, y poder así obtener nuestro relleno bien esponjoso pero a la vez firme.

Vamos a volver a nuestra masa a ver como va...Ayyyy... ja ja ja el recipiente es demasiado pequeño, voy a cambiarlo, la masa sigue subiendo...

Y aquí la tenemos...toda crecidita...

La masa se reparte en dos trozos iguales y estos a su vez en otros dos iguales también.

Con la ayuda de las palmas de las manos, sin rodillo, y con la superficie de trabajo y las manos bien untadas de aceite se extienden uno por uno los trozos de masa formando rectángulos, 

Cada uno se unta con el relleno y hacen rulos.

Se cogen dos de los cuatro rulos y se entrelazan entre si.

Sin miedo y con decisión se meten las palmas de las manos por debajo de las dos extremidades de la trenza y de un solo movimiento se sienta en un molde previamente engresado y forrado con papel de hornear. Procedemos a lo mismo con los otros dos rulos y los colocamos al igual en otro molde y se vuelven a dejar subir alrededor de 20 minutos hasta que llenan por completo los moldes.

Se untan con dos yemas de huevo diluidas en un poco de leche y se le añade para decorar almendras o nueces picadas, azúcar, semillas de sésamo o amapola, fruta confitada..etc..a correr la imaginación.

Se hornean el el horno precalentado a 170º - 180º depende de como vuestro horno suele hornear bizcochos. Durante aproximadamente 35' - 40'. A los 20' se puede abrir el horno, ya los bizcochos no suben más, simplemente tienen que terminarse de cocer. Digo abrir el horno por si vuestro horno no cuece por igual y hay que dal la vuelta al molde. Además, cuando hayan cogido un hermoso color dorado podemos ir pinchando con un palito de madera atravesando el alto del bizcocho y al sacar el palito limpio, sabremos que nuestro bizcocho esta cocido. 

Se sacan de los moldes en caliente y de lado se dejan enfriar tapados con un paño de cocina. Digo de lado porque al tener la base mas estrecha, mientras sigue caliente tiende a chafarse por el peso, así que lo dejaremos de lado hasta enfriarse del todo.

Pues... hasta aquí la receta de hoy... Mañana os enseñaré a quién le ha dado este delicioso Cozonac un poquito de alegría en su  vida...a quién ha hecho feliz aún si fuera por un solo día...y a quién podréis vosotros también con vuestras ideas hacer un poquito solo...sonreír...

Así quedan los bizcochos acompañados ¿cómo no? de los tradicionales huevos de Pascua...

A.... y no puedo irme sin enseñaros como ha quedado mi mesa de Pascua...

¡FELIZ PASCUA A TODOS!

¡Hola holita hola!

Aquí he vuelto para contaros el desenlace...así como lo había prometido. Esta semana el buenisssssimo Cozonac ha llegado con su olor a mantequilla y chocolate,recién horneado y acompañado por los huevos pintaditos de colores a una familia tradicional murciana, simple y duramente golpeada por una desgracia hace cinco años ya.

Manolo es un murciano jubilado de 67 años y que soñaba con una tranquila jubilación después de haber trabajado durante más de cuarenta años en una fabrica de la Región. Pero la vida da muchas vueltas y la mayoría desgraciadamente son muy duras... Hace cinco años su señora fue una de las fallecidas debido a la temida Gripe A... Se fue con 49 años...dejando a este murciano con cinco hijos...el más pequeño de cuatro años...Hoy solo uno de ellos es mayor de edad y vive fuera así que Manolo, con una pensión de jubilado se ve obligado a tirar para adelante con cuatro hijos menores a cargo y con la pesada carga de una hipoteca...

Hablando con él te estremeces... está tranquilo, parece sereno contando su día a día en la pesada lucha para sobrevivir...para sacar sus hijos adelante... Se preocupa al llegar al encuentro conmigo si va bien vestido y que como sabía que íbamos a echar fotos se demoró para llegar bien afeitado... Me lo cuenta todo con resignación, me habla del último día de su mujer, del tremendo golpe inesperado al enterarse que había fallecido, ya que el día anterior había mejorado muchísimo, incluso le había bajado la fiebre... Me cuenta la profunda depresión en cual estuvo hundido por más de un año, de sus amigos que hicieron lo imposible para intentar volver a ponerle a flote..

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Le miro y me emociono...siento que debajo de esta sonrisa resignada, de esta mirada perdida hay un sufrimiento terrible...Estamos en un parquecito de Murcia en primavera, hay olor a flores y solo se escucha el canto de los pajaritos y la tranquila voz de Manolo contando su historia... Pero juraría que entre una pausa y otra de sus palabras le estoy escuchando los latidos del corazón...Los latidos de un corazón triste pero fuerte, decidido cumplir pese a todo su deber de padre...

Escucho sus palabras y veo un hombre mayor, golpeado por la vida... Que así como todos nosotros Manolo había tenido muchísimos sueños y planes para su jubilación... Aquél viaje por hacer...aquél hobby que para cual nunca tenemos tiempo...la casita de la playa...lo que una persona de un país desarrollado se permite después de cumplir con la sociedad trabajando 40 años... Pero Manolo no se lo puede permitir...no sabe lo que es la tranquilidad de un jubilado, tiene que vivir el día a día al igual que una persona joven y fuerte...no puede ni estar débil ni mucho menos ponerse enfermo...se lo debe a sus hijos...

Le regalo los bizcochos...se queda boquiabierto al verlos...dice que son enormes y hermosos...El cesto de los huevos de colores le encanta,  está deseando llegar a casa que lo vean sus hijos. Le explico mi gesto, el hecho que es el poquito con lo que yo le puedo ayudar...se queda atónito, el sabe que tengo un trabajo normal y corriente en cual estoy lejos de ganar bien y me lo agradece de corazón...

Nos despedimos con un abrazo prometiendo invitarme a un café cuando me vea por el barrio... Le acepto la invitación, no quiero que le sienta mal, pero sonrío amargamente sabiendo que con el euro cincuenta que vale el café en su casa se compran tres barras de pan del "Mercadona"...

Hasta aquí mi historia de hoy, que de hecho no es mía, es una  historia real, la vida tal como es...Hasta aquí ha llegado "La receta de Baty", la receta de la felicidad;espero que cerquita del corazón de Manolo y de los vuestros también. Y aquí dejo en vuestras manos el desenlace...entre todos yo pienso que podríamos hacer a este murciano y a sus hijos un poquito más felices...para uno solo es una carga "Atlasiana" pero entre todos...¡la unión hace la fuerza!

Espero vuestro comentarios y sugerencias. Cualquier gesto de humanidad, por humilde que sea, traerá otro día feliz en la vida de esta familia. 

¡GRACIAS!